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Textos y diseño gráfico Agurtzane, Jobana y Renata (educadoras de la escuela infantil)

La acogida supone caminar juntos sin ver anticipadamente un punto de llegada.

La estancia de padres y madres en la escuela surge para facilitar el tránsito de los niños y niñas del ámbito familiar al escolar, y también para construir una estrecha relación entre las famlias y la escuela.

Entendemos este tiempo como un momento muy delicado en el que hay que garantizar, de la mejor manera posible, el bienestar de los niños y de las niñas. Por eso preparamos su entrada individualmente, conociendo sus gustos, necesidades y demandas, para atenderles con la mayor atención posible.

Las educadoras y las madres y padres les acompañaremos en este primer momento proporcionándoles todas las posibilidades de afecto, seguridad y atención para que puedan resolver de forma óptima la situación de conflicto inicial.

El tiempo de acogida no tiene una duración fija para todos, ya que es algo que el propio niño tiene que elaborar. Por ello es importante respetar los ritmos individuales y no intentar forzar ni acelerar el proceso.

El llanto: el llanto surge como necesidad y en la escuela debe encontrar la forma de transitar, siempre como derecho. El llanto siempre tiene razones, nunca es capricho ni manipulación, es el modo de expresar las cosas que no pueden decirse con palabras.

Tenemos la importante tarea de acompañar el llanto infantil con amor, respeto y sobre todo presencia.

Algunos consejos

- Intentar que durante este período su asistencia sea continuada

- No comparar procesos de adaptación.

- Preparar sicológicamente al niño/a para que no le resulte una situación totalmente desconocida. Le contaremos cómo se llaman sus educadoras, algunos

niños/as, qué juegos hará… siempre utilizando formas positivas.

- No dudar en traer chupete, muñeco o cualquier objeto al que está acostumbrado o unido, porque eso le dará seguridad.

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